Cambiando la mentalidad en la arquitectura
Conoce a Michel Baars, propietario y fundador de New Horizon, empresa activa en minería urbana. Descubre más sobre su visión y nuestra alianza.
Impulsar el cambio no es fácil. De hecho, Michael Baars, fundador de New Horizon, ha vivido momentos en los que, literalmente, se ha sentido amenazado. Su historia es fascinante y su dedicación para hacer realidad la economía circular, inspiradora. Descubrimos por qué las sabias palabras de su padre permanecen en la mente de este pionero ingeniero ambiental y cómo su negocio está marcando un camino más sostenible para los prescriptores.
¿Qué es New Horizon?
Básicamente, mi empresa New Horizon desmantela los edificios que están listos para ser demolidos y recolecta todos los materiales posibles para reutilizarlos. Nuestro objetivo es suministrar al mercado materiales de construcción que contribuyan a un modelo económico circular con poco impacto en el medio ambiente.
¿Cómo surgió la idea de la empresa?
De oficio, soy ingeniero ambiental. Cuando acabé mis estudios ambientales y económicos, mi padre, que era emprendedor, me dijo que me iba a pasar toda mi carrera criticando las empresas contaminantes en las que trabajaría así que monté mi propia empresa de ingeniería ambiental. Guardo sus palabras hasta el día de hoy. Fui propietario de la empresa durante 18 años, con 300 empleados y, finalmente, la vendí a la consultora internacional SGS.
Durante esos años, obtuve muchos contratos de gestión de proyectos para trabajos de demolición complejos y aprovecho esa experiencia en calidad de asesor para lograr un entorno construido más sostenible.
Sin embargo, era evidente que influir en los grandes actores del sector inmobiliario y de la vivienda social llevaría mucho tiempo. Quería adoptar un enfoque Cradle to Cradle de una manera más directa. No como ingeniero o asesor, sino de forma arriesgada, emprendedora y con pasión.
Voy a cambiar el mundo y lo voy a hacer por mi cuenta.
Estas palabras fueron las que este disruptor del mercado le dijo a su mujer cuando creó su empresa de minería urbana, New Horizon. Ahora, siete años después y con su equipo creciendo día a día, es una historia bastante diferente.
¿Cómo pusiste en marcha el negocio?
Aún no había registrado la empresa cuando, hablando con antiguos clientes sobre mis ideas, uno me dijo: “Correcto, entonces quieres el contrato de demolición. Aquí hay un proyecto de demolición de 2 millones de euros para empezar y comienza la semana que viene”.
Una semana después, estaba con una empresa de vivienda social. Dijeron que era una buena idea, que confiaban en mí y que trabajaríamos juntos cinco años para demoler 1.000 casas sociales.
Literalmente, en octubre de 2015 fui corriendo a registrar la empresa y así nació New Horizon.
¿Qué preocupaciones tuviste cuando creaste New Horizon?
Le prometí a mi mujer que lo haría por mi cuenta, que nunca contrataría a nadie y trabajaría tres días a la semana y no siete como antes. Le dije: “Voy a cambiar el mundo y lo voy a hacer yo solo. Trabajaré en este proyecto durante cinco años y, una vez el mercado entienda el concepto y lo copie, me podré dedicar a algo diferente. Podré volver a pescar y pensar en una nueva empresa. Nunca volveré a hacer nada durante más de cinco años”. He cumplido todas las otras promesas que le hice a mi mujer, pero esta no.
El equipo está creciendo cada día. Trabajo seis días a la semana, llevamos siete años y estamos haciendo un progreso real.
Sin embargo, es un mundo difícil, especialmente cuando estás realizando cambios de este estilo. Se necesita mucha energía para que está transición se haga realidad. He sufrido amenazas de algunos de los principales actores del mercado y he visto, de primera mano, a industrias que utilizan documentos de orientación de mejores prácticas para evitar que se especifiquen nuestros productos, a pesar de que los sometemos a un riguroso proceso de certificación. No todo está funcionando, pero estamos aprendiendo continuamente.
¿Cómo funciona New Horizon para crear productos más circulares?
La forma más lógica de empezar era coger primero el material más contaminante de un edificio: el hormigón. La clave estaba en encontrar ese ángulo competitivo con el que entrar en el mercado.
Trabajamos con el inventor Smart LiberatorTM en una innovadora técnica de procesamiento de hormigón que recupera los componentes primarios puros del hormigón cosechado (arena, grava y cemento) durante el desmantelamiento del edificio. Nuestro hormigón para minería urbana se coproduce a partir de estas materias primas recuperadas. Tiene la misma calidad que el hormigón tradicional, pero, en cambio, emite muchas menos emisiones de CO2 según la certificación KOMO.
Otros materiales de construcción que estamos produciendo en la actualidad incluyen ladrillos, betún, metales como el aluminio y productos secundarios como placas de yeso, aislamiento e incluso, pisos de madera, cocinas y puertas.
¿Cómo es tu alianza con WICONA?
Si bien el aluminio no es el material más grande en términos de volumen, sí que es uno de los que consume más energía en la fase de producción. Y ahí es donde empezó el contacto con Hydro Building Systems (la empresa matriz de WICONA).
Igual que New Horizon, Hydro tiene una misión circular y las dos empresas colaboran juntas para cerrar el ciclo de las fachadas de aluminio.
En términos generales, el proceso de colocar cada material en un “ciclo” es el mismo, por eso, en estos momentos estamos trabajando con Hydro para entender mejor qué podemos hacer en esta parte de la demolición.
¿Cómo fue tu primera "cosecha" urbana de aluminio?
La primera cosecha de aluminio la obtuvimos del antiguo Hospital Amhia en Breda, una ciudad al sur de los Países Bajos.
Visitamos junto al equipo de Hydro el edificio y valoramos la mejor forma de desmantelar cada tipo de producto de aluminio. Por ejemplo, para algunos era mejor quitar la puerta o la ventana, retirar los elementos de goma y el vidrio y luego, subministrar a Hydro. Para otros, era mejor no dividirlo. Finalmente, lo que hicimos fue colorarlo en un contenedor diferente y dejamos que fuera Hydro quien se ocupara de la división utilizando los procesos y técnicas que han establecido internamente.
El aluminio que recolectamos se convierte en Hydro CIRCAL. Actualmente, Hydro ofrece CIRCAL ® 75R, que contiene al menos un 75 % de aluminio procedente de chatarra posconsumo con una de las huellas de carbono más pequeñas del mundo: 2,3 kg de emisiones de CO2 por kg de aluminio, 6 veces menos que el promedio mundial de la extracción primaria.
¿Qué es lo próximo en vuestra alianza con WICONA?
Básicamente, debemos asegurarnos de proporcionar el mejor flujo de material a la planta de producción de Hydro. Así que en eso es en lo que estamos centrados ahora. El primer envío de aluminio está completo y, una vez lo evaluemos, ajustaremos nuestro proceso de inspección.
Hacemos mucho trabajo de inspección de edificios que van a ser demolidos en unos 3-5 años. Ahora que sabemos qué debemos buscar y qué especificaciones debemos proporcionar a Hydro, podemos pronosticar el volumen y la calidad exactos del suministro de material en la tubería.
Además, como estamos hablando con los desarrolladores en la etapa de demolición, podemos brindar recomendaciones para soluciones de materiales circulares, que pueden usarse para informar al arquitecto en el diseño del nuevo edificio. Esto facilita a nuestros socios de materiales, como es el caso de Hydro, a que tengan la oportunidad de devolver los materiales reciclados al mercado en forma de fachadas, puertas y ventanas de aluminio para lograr una circularidad completa.
¿Este enfoque circular de la arquitectura y la construcción está sucediendo a nivel mundial o solo en los Países Bajos?
La arquitectura es diferente a nivel mundial. En los países desarrollados, los arquitectos tienen una página en blano y, generalmente, siempre se trata del diseño de un edificio con infinitas opciones de especificación disponibles. Realmente, depende del presupuesto. En cambio, en los países menos desarrollados, las personas buscan qué materiales y habilidades están disponibles a su alrededor para crear edificios.
Espero que lo que estamos haciendo en los Países Bajos muestre a otros países cómo la industria puede funcionar de manera diferente, de una manera más sostenible.
¿Cuál es tu mensaje para los arquitectos y prescriptores?
El promotor más valioso del principio de la minería urbana es la empresa o persona que busca materiales de construcción de bajo impacto ambiental. Estos materiales provendrán de la industria de base biológica o de la minería urbana.
Entonces, cuando tú, como arquitecto o desarrollador de proyectos, informas a un contratista, la principal prioridad es especificar un edificio con un impacto ambiental muy bajo.
A causa de que muchos materiales de construcción son finitos, la minería urbana de repente se ha vuelto viable y cuanta mayor demanda haya, más inversión habrá en este sector.
¿Por qué es tan importante que la minería urbana esté ocurriendo en la actualidad?
Incluir la minería urbana en el proceso de construcción dará como resultado la reducción de CO2 que necesitamos AHORA.
Gran parte de la discusión futura es sobre la construcción desmontable, los pasaportes de materiales para edificios y la reutilización de materiales en el futuro. Además, tenemos mucho que aprender sobre la demolición de edificios que nunca se construyeron para una fácil demolición y reconstrucción. Todos estos principios tienen que ver con la economía circular del futuro.
Eso es dentro de 40 años. Nuestra primera misión es reducir las emisiones de CO2 AHORA porque tenemos poco tiempo para lograr los objetivos de 2030.
¿Podrías mencionar dos formas prácticas en que los arquitectos y prescriptores pueden tener un impacto y ayudar a difundir la minería urbana?
En primer lugar, el mayor impacto que se puede lograr es analizar el impacto ambiental real de cada material de construcción que prescriben. Se puede reducir el impacto utilizando materiales de base biológica y materiales de minería urbana. Deben basar las decisiones en hechos, considerar la reducción de CO2 y utilizar datos validados y certificados.
La segunda forma es contar las historias de estos productos reciclados que tienen un nuevo uso. Un ejemplo reciente que puedo dar son las puertas de entrada de las casas construidas en el sitio del hospital demolido que he mencionado antes. Las puertas se han fabricado con las vigas de madera que evitaban que las camas dieran golpes a las paredes del hospital. Obviamente, esta no fue la mayor reducción de CO2, pero el mensaje de reciclaje sigue adelante porque cada madre, padre, hermana, hermano o amigo que entre por esa puerta escuchará esa historia y probablemente visitará ese hospital en algún momento.
Por supuesto, necesitamos basar las decisiones en hechos, pero alentar a las empresas con las que trabajamos a contar historias como esta sobre la reutilización de lo que ya está en el edificio y los beneficios de construir de manera responsable significa que juntos lograremos que se produzcan cambios de este tipo.
Obtén más información sobre 'Cerrar el ciclo del aluminio' en la entrevista con Steven Helsen, HBS.